De estreno por la ría de Ferrol y alrededores

Aprovechamos la tarde del sábado a más no poder (yo llegué y salí pitando para trabajar a la noche), Manel iba de estreno con  su nuevo traje seco Palm Stikine.

Traje seco Palm Stikine

por ello tardó algo más en prepararse de lo que lo hace, normalmente es el primero en entrar al agua.

También hacía mucho que no paleaba, y estaba algo "desorientado", me imagino :)

Salimos de la misma playa de A Graña, en lugar del muelle desde donde normalmente lo hacemos si vamos a esta aldea.
La ruta, como casi siempre, hacia la boca de la ría, costeando por ese mismo lado, orilla norte.

Como iba de estreno le tocó hacer de modelo :)

Manel en Cariño (Ferrol)

Llegamos a Cariño orillando todo lo posible, sobre todo en el tramo posterior al castillo de S. Felipe, pues el  humor del mar lo permitía.
Allí hubo que aligerar, la vejiga de un servidor, estoy deseando que me llegue el traje seco con petrina :)

En lugar de volver, como otras veces, nos animamos a acercarnos a Chanteiro, donde tomamos un aperitivo, así como una menta calentita del termo.

Al volver, yo puse el piloto automático, los planes horarios que había hecho para llegar con calma estaban descontrolados completamente. Manel venía poco a poco, debió de notar la falta de paleo que lleva durante estos últimos meses.

Como curiosidad, y que me dejó pensando en ese momento, el acceso a la ría con veleros. Soplaba del norte, y mientras en la boca de la ría aún se nota ese aire, pues es bastante amplia, al ir entrando en ella, los montes cercanos la van estrechando, resultando una situación en la que vientos del N o del S se anulan casi completamente. Sucedió que mientras venía cruzando en diagonal, desde A Moa hacia la punta S. Cristovo (véase mapa)

me adelantó un velero que venía bien escorado por el aire que recogía, tal cual

ahí ya se notaba que había perdido algo de potencia, el viento no le llegaba tanto como unos metros atrás, pero es que una vez entró en el embudo de la propia ría (el mapa refleja claramente el estrechamiento que al final está protegido por los castillos de S. Felipe y S. Carlos, cada cual a un lado de la ría) se paró casi completamente, es más, le llegué a adelantar de nuevo, ahí cuando pasó una de las boyas de guiado para entrar los barcos, además iba contracorriente, pues bajaba la marea en ese momento.

Luego se fueron yendo hacia la otra orilla, la sur, pues debía notarse más el viento, pasaron otros veleros, más pequeños por esa orilla y desde luego iban más rápidos que este.
Supongo que no eran de la zona y tuvieron que improvisar, la vela claramente refleja GBR, que me parece que corresponde a Gran Bretaña, ¿qué tiene la ría de Ferrol que atrae a tanto británico? ;)
Y como decía, la cuestión que me planteé es ¿cómo hacían en esas épocas y más cuando intentaban invadir un puerto? pues dependían completamente del viento y la habilidad o conocimientos del capitán o quien llevase el mando, o el timón más bien.

Sé que hay lectores que algo de navegación a vela me podrían explicar, yo soy virgen al respecto, absolutamente, al menos en el aspecto práctico.

A todo ello, sigue leyendo, porque había cadenas cruzadas en medio de ese embudo de entrada a la ría.

Estaba justo el nivel de marea para ver y acercarse a una de las anclas que sujetaba una cadena y cruzándola hasta el otro lado de la orilla creaban una barrera para impedir el paso de los barcos que venían a invadir.

Claramente llamada punta de las Anclas, al fondo S Felipe y al otro lado S Carlos

También cuadró el nivel del agua para sacar esta foto, seguramente por ahí se escapaban los prisioneros cuando podían :), esto es del castillo de S. Felipe. No es más que la salida de aguas del sistema de drenaje del castillo.

Este castillo, si no lo han cambiado recientemente, permite ser visitado. Antes era gratis, pero hace bastante que hay que apoquinar, 1 € si mal no recuerdo la última vez que llevé a unos amigos de visita. Sea como sea, entrar en él te permite hacer una idea de cómo vivían en aquellos tiempos, pero aún le falta mucho para ser un digno museo o algo parecido. No hay nada dentro, apenas los restos de construcción.